Desaparecer,
desvanecerse sin dejar huella.
Eso es, lo que significa tu presencia
tus caricias, tus besos,
tus palabras,
y tus miradas
son para mi, un vació gélido y distante.
Y cuando
la noche se acerca oscura y muda
en tu lado de la cama
-donde todavía, tú aroma descansa-
Es, donde más te desvaneces.
Y a pesar de eso
sigues siendo mi faro,
despiertas de mi memoria
la caricia y el beso,
la mirada y la palabra,
la voz y el silencio…
y al despertar, sonrío.
Quizás, al desaparecer
sí, dejaste huella...
~~
12 comentarios:
Siempre está verdad?
Su ausencia es casi tan poderosa como su presencia.
Besos.
Hay ausencias que siempre están presentes....
Me ha encantado.
besos
Hay ausencias demasiado vivas, que nos acompañan aun sin que nos demos cuenta.
Muy bello.
Un besazo.
Empiezar el año con recuerdos es otra forma de mirar hacia delante sin perder de donde vienes; la brújula siempre hay que tenerla bien aspectada.
Me alegra verte en plena forma.
Te deseo un FELIZ 2009 y muchas letras más.
Besos,
Anabel, la Cuentista
Lo que de veras ha importado es lo que deja una huella más profunda en forma de recuerdo, de dolor o de sonrisa. Lo importante es no olvidar.
Bicos
Ausencias que dejan huella.
Recoge una mención que tienes en mi blog.
Estamos más o menos de vuelta, poquito a poco.
Besos y más besos
Muy bueno. La huella de una persona que no desaparece. Imposible.
Besosss
Siempre hay alguien que nos deja huellas indelebles por mas que miles de olas traten de borrarlas.
Un beso desde MG
yo sé de eso, de esos amores imposibles, de esos que huyeron y que no se sabe nada pero que siguen latente en el corazón, en la humedad de los labios, entre las huellas de los dedos, que se siente como una caricia en la nuca y que te va arrancando la piel poco a poco ahogándote en deseos
feliz año
Entiendo de las ausencias involuntarias.
Pero existen otras ausencias voluntarias, que llevan la intención de causar dolor.
Qué bonito, es agridulce.
Si merece un poema y una sonrisa es que sí dejó huella.
Un abrazo,
Allí on passares quedà
marcada la teva presència.
La llar ordenada
amb la manera que l’entenies,
l’olor que la roba neta oferia,
el rebost amb lo que et venia de gust,
el rebedor amb aquell paraigüer
atrotinat de la casa dels teus avis,
la prestatgeria amb el llibres
que vàrem anant recollint
de les llibreries de vell,
les golfes amb aquell racó
on el mon s’aturava
i marcava el ritme de la nit
el crit del mussol des del primer dia.
Tota una existència muntada al teu voltant,
i vaig fallar en no escoltar-te,
en l’essencial,
t’ho oferia tot menys lo que més volies
i vas marxar a buscar-lo fora de casa,
i vas deixar enrere tot,
tot menys la teva olor,
tot menys el record del temps passat,
i encara resta caminant
per entre les parts de la casa
o del jardí l’aura
que m’evoca viva la teva personalitat.
Tot resta igual per si un dia vols tornar.
Només ha canviat que he entès
perquè te’n vas anar.
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