9 de noviembre de 2010

Corría Tras El Amanecer Tenue, Descalza, Y Envuelta En Su Camisa


Ayer, fue una mañana con sabor a noche, tenue, fresca y con una adición detectivesca que corría por mis venas, produciendo un picor insoportable.


Mi lengua recordaba un sabor intenso, penetrante y exquisitamente lascivo. Tenía que averiguar quién era él, ese que quebró mis sabanas y dejó en ellas su aroma. Y su cuerpo dejó huellas esparcidas sobre mi piel trémula, tan penetrantes, que tras la ducha de la mañana, no logré que desaparecieran. Y en mis manos, dejaron la maestría de la caricia y el roce impúdico. Y sus besos humedecieron los míos dejando un oasis de sabores y texturas. Y el temor al olvido de ese recuerdo, alertó inquisitoriamente a mis neuronas, y obligaron a mi cuerpo carnal… a caminar descalza y envuelta en su camisa. Con una adicción detectivesca que galopaba por mis venas.
*

2 comentarios:

Maria Coca dijo...

Qué bonito... Muy sensorial.

Me gusta el cambio de estilo. Muy limpio y cuidado. Felicidades.

carlota dijo...

Me gusta el diseño del blog.
En cuanto al relato... Descarnado, lleno de aroma.
un beset