Miré por la ventana… y casi toqué la lluvia
Salí a la calle y el suave viento… casi arrulló mi rostro
Bebí del café amargo… y casi su sabor lo hice mío
Te miré... y casi creí verte
Te acaricié… y casi te noté en mi piel
Te besé… y casi sentí tu boca en la mía
Y hoy, fue un día de casis,
un día como otro cualquiera
un día de esos
en que los casis
se apoderan de mi,
de mi día,
de tu ausencia.
Un día de casis, repleto de ayeres.
*
6 comentarios:
Los casi son el último grado de proximidad antes del encuentro.
besos
Espero que los "casis" den paso a los "por fin!"
Besos.
muuuuy Original...
es de estos poemas que piensas... "mierda como no se me ocurrió a mi??"
Cuánta dulzura y melancolía!!!!
Logras llegar al corazón y casi hacer llorar con tus versos.
Besoss
Te encontré de nuevo y no puede resistir el traerte hoy a mi ventana.
Un abrazo desde el Sur
Muy bueno, Bea.
A ver si llegan los días sin casis.
Besos,
Anabel
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