A veces un cruasán, es sólo un cruasán.
No hay más en el que su sabor y su textura.
Otras veces, un cruasán es un héroe
que te endulza el desayuno
o es un ser inanimado, al que le revuelves las tripas
les arrancas las patas y en dos bocados las devoras.
Y a veces, antes de eso, las ahogas
en tu café con leche, sin más.
¿A caso importa?
Pero a veces, un cruasán, es sólo un cruasán.
No hay más.
*
6 comentarios:
Y a veces se pone bravo y hay que torearlo. Las magdalenas son más inofensivas.
besos
Y si se pone bravo, mordisco que le crío. Je.
Besines,
Anabel
Buenísimo,Bea.Y encima me ha hecho sonreír.
Eso de arrancarle las patas, ahogarlo y devorarlo qué visual y carnal!!
Qué rico está el cruasán, pero creo que tiene unas 500 calorías, cuando lo consumo me reconcilio con mis michelines, que se le va a hacer.
Un abrazo,
A veces si se le hace frente ganamos una batalla jeje.
Un besito
Jeje, yo soy una caníbal devorando cruasanes.
un beset
con lo que se cocina..
lo peor es aquello que lleva chocolate.
a mas sabor mas misterio pero siempre siempre siempre con CAFÉ :) :)
me encanta tu lengua bohemia ...
cuentame que piensas...
noemi, lulita
besos
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