14 de enero de 2010

Atrapada

Atrapada,

en los instantes de su memoria,

ésa, que el ayer cosió con ahínco

y quizás… con torpeza.

Se adormecía en la memoria

del hoy, para que el ayer no naciera

y el mañana se congelara.

Para ser el instante del hoy.

Y quizás, con torpeza.

*

Fotografía de Miguel Ángel Servellón "Historias del Pasado".

9 comentarios:

Tempus fugit dijo...

El presente no atrapa, ¡vívelo!


besos

Anabel dijo...

Desatrápese usted sin torpeza alguna.

Besicos, poetisa,

Anabel, la Cuentista

Darilea dijo...

La memoria atrapa sólo si te dejas atrapar.
Escapa de ella pero recurre cuando la necesites.
Besitos :-)

Anónimo dijo...

A veces la memoria puede ser un hogar demasiado opresivo..., es necesario dejar llegar el mañana.

Besos

Anónimo dijo...

A veces la memoria puede ser un hogar demasiado opresivo..., es necesario dejar llegar el mañana.

Besos

Maria Coca dijo...

Atrapar momentos es algo complicado. Pero está muy bien reflejado en tu poema.

Un abrazo.

FDG - El Señor de Monte Grande dijo...

Te saludo despues de tanto tiempo, me empache de tu poesía y si la memoria atrapa que sea en momentos de regocijo y si no lo son tantos veamoslos como fuente de esperanza.

Un beso desde MG

AnaM.M.N dijo...

El tiempo y su memoria, a veces es una trampa...sí.

Abrazos

Rosana dijo...

Hay una cosa que encuentro interesante y misteriosa en tus poesías, y que además es sin duda signo de tu estilo: los finales son de esos que piden puntos suspensivos, y tu los terminas con un punto. Es chocante, intrigante, como si nos contaras una historia y dijeras: hasta aquí, puedo leer.
Me gustaría mucho conocer el porqué de ese punto, por simple curiosidad literaria, si no es indiscreción. Gracias, y sigue regalándonos estas maravillas inquietantes.