1 de abril de 2010

Te robé...

Te robé un beso
mientras dormías
y mis labios
quedaron saciados de sueño.
Mi lengua fusionaba salivas,
y mis manos cubrían tu piel
con caricias lascivas.
Mi cuerpo poseyó el tuyo
y tus huesos fueron míos.
Té robé un beso
mientras dormías
y al darte cuenta
fuiste mi carcelero.

"Amor infinito" de ALfred Gookel

10 comentarios:

Fernando dijo...

robar un beso es pecado venial...besos

Tempus fugit dijo...

Esa es la penitencia del robar un beso... :)

Muy bueno.

TORO SALVAJE dijo...

Quien la hace la paga.

:)

Besos.

@Intimä dijo...

Los besos robados, sólo le saben bien al ladrón.
Besitos

Maria Coca dijo...

Un beso robado pero un beso al fin y al cabo.
Un abrazo.

Anónimo dijo...

Precioso Bea, precioso, no puedo decir más.

Besos.

Anabel dijo...

Pero por qué, por qué...

En cuanto caemos rendidos ante un beso robado, zas, nos cazan y nos mandan a la cárcel. Ese amor carcelero qué peligroso es.

Besicos,

Anabel, la Cuentista

Arabia dijo...

Unos, roban besos,
otros, fuman miradas.

Saludos.

Rosana dijo...

Puede que sea carcelero, pero la llave sigue siendo el beso. ¿Quién lleva los pantalones Bea? (aaaah?)

AnaM.M.N dijo...

No hay condena ...¿O sí?

Abrazos