17 de agosto de 2010

Para Qué Olvidar


Podría decirte que después de tu sonrisa,
de tus ojos mirándome, y cegándome
de tu boca hablándome, y callándome
de tus labios besándome, y negándome
de tus manos tocándome, y hiriéndome
y tus brazos abrazándome, y ahogándome
y del saber de tu piel suave y fresca,
del tacto de tus huesos,
de tus silencios, y de tus lagrimas,
después de todo eso
y en el umbral del adiós perpetuo
podría decirte que
yo, brotaba en cada instante.
Y también podría decirte
que mi amor por ti, fue otoño en viajera brisa.
Podría decirte todo eso,
pero jamás podría decirte
que te daré “el olvido”.
*

3 comentarios:

Tempus fugit dijo...

El recuerdo es una flor seca que perfuma el alma... para qué olvidar.


besos

Trini dijo...

No. Del olvido es dueño y señor sólo él...

Besos

Maria Coca dijo...

Dicen que mientras más se quiere olvidar, más se recuerda. Y creo que es cierto.

Precioso.

Besoss