21 de enero de 2008

Ten amigas para eso... ;-)




Ayer por la noche una amiga me llamó por teléfono, y en tono exigente me dijo: mañana a las cinco en la cafetería de siempre. Y colgó.

Hola Pepa, que pasa que sea tan urgente. Ya te cuento, pero no me interrumpas. ¿Eres mi amiga verdad? Claro, a que viene eso –vale, vale, me dijo- pues como tal, tienes el privilegio de saberlo.
Un día sentí que estaba dentro, no me preguntes cómo, pero lo sentía. Quise ignorarlo, pero él siguió despacio y sin pausa dentro de mí. Así que un día me decidí y fui a cerciorarme de ello. Debiste ver al cara que puso cuando lo supimos, no sabia como decírmelo, así que le eché una mano, es cáncer verdad. Si señora –dijo el joven medico- y los dos nos sumimos en un silencio. Se repuso, y dijo: Pepa, hay que tomar decisiones importantes, le aconsejo y le pido que busque alguna amiga o familiar en quien confiar. Si bien es una batalla en la que sólo usted peleará, necesitará alguien a quien utilizar de saco para prepararse y desquitarse. Así que aquí estoy, tú eres mi saco de arena y yo el boxeador.
Yo me levanté con cara de enfado y expresión altiva, le dije: pero a ti quien te ha dicho que yo soy tu amiga.
Fue una gozada ver su cara cuando se lo dije. Bueno, sólo fue una broma, cogimos una cogorza de cerveza… que no recordamos si lloramos o nos reímos de la situación.

P.D. Sí tengo que ser sincera, no me gusta tener ése tipo de amistades que cualquier día, me provocan otro, otro “síndrome de ausencia crónica”.

Por el momento los personajes y circunstancias son ficticias. Pero la realidad de la vida de hoy lo hace cotidiano. Sólo quiere ser un pequeño homenaje a esas mujeres que deben pelear en sus batallas, y por supuesto a sus "amigas", a esos sacos de arena.
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10 comentarios:

Maribel Sánchez dijo...

Uuuufff una de esas situaciones por las que nadie desea pasar.
Tú eres saco de arena, se te nota en las letras así que......

Me gustaría poder contactar contigo para pedirte algo en lo que igual estás interesada. Te dejo mi dirección de correo aquí.

noseyo@gmail.com

Besos

Anónimo dijo...

Bonito homenaje. Y digo yo... ¿qué sería de nosotros sin los amigos, amigas y demás seres de los bosques? La respuesta la encontrarás cerca de ti, seguro.
Besos.

Traven dijo...

Uff, mejor no llegar a ser ese saco de arena, pero supongo que tarde o temprano llegan esas situaciones.

Un bello homenaje.

Besos,
P.

thoti dijo...

.. hay muchisimas "Pepas" por el mundo.. y yo me alegro de que estén allí siendo apoyo, empuje y coraje para saber estar con sus amigas..

carlota dijo...

Un petonet.
Esperemos no tener ese diálogo jamás. Pero si hay que ir... se va.
Todo en la vida hay que enfrentarlo con coraje, aunque cueste más o menos reaccionar al principio.

Fernando dijo...

siempre hay que saber recoger el guante...besos.

Zaratustra dijo...

Cómo se siente uno de bien al saber que tiene alguien que le pueda servir de trinchera. Pero qué triste es imaginar que esa persona, o personas, no estén algún día. Amar es lidiar con la muerte... es prepararse para ella aunque no lleguemos nunca a estar preparados. Un abrazo.

Isabel dijo...

Yo he sido saco de arena,y sé todo lo importante que supone serlo.
Hasta que se vence o se pierde para siempre...
Muy interesante post, hace recordar algo que nos puede pasar a cualquiera.Un abrazo.

Angeles dijo...

Saco de arena o pañuelo de lágrima. Que difícil situación, que difícil acompañar a un ser querido al adios. Ambas mujeres unas heroínas.

Abrazos!

Cromatica dijo...

Que dura batalla! esa es la unica manera en que a una amistad se le devela su fortaleza.

Texto reflexivo nos dejaste amiga.

Un beso y un abrazo