23 de mayo de 2010

Sombras Propias


Me acechan
las sombras de la noche.
Esas que aparecen tras la luz
que alumbran mis calles.
Y a pesar
de los cambios bruscos
en mis andares
jamás pierden mi rastro
y son de raza sabueso.

A veces son gigantescas,
y aplastan el aire
que apenas ya respiro.
Y jadeo intermitentemente
como el tic-tac
del viejo reloj
que dormita
en el rincón
del tiempo.
*

7 comentarios:

Fernando dijo...

siempre somos sombra...besos.

Tempus fugit dijo...

Hermanas son de la luz... guardan secretos, miedos, recuerdos...


besos

Maria Coca dijo...

Un poema dulce e intenso.

Felicidades.

TORO SALVAJE dijo...

Tantas sombras...
Por todas partes.
Me gustaría que nos acecharan los soles y las estrellas.
Pero no, solo las sombras nos persiguen.

Besos.

@Intimä dijo...

Entre las sombras se halla la felicidad que a menudo creemos perdida.
Besitos.
Pd: Una delicia de poesía.

Anónimo dijo...

Bello poema... y menos mal que siempre tenemos sombra, no es en eso en lo que quisiera parecerme a Peter Pan.

Besos

Tesa Medina dijo...

Cuando la sombra se agiganta hay que darle la espalda y recuperar el aire.

Encuentro misteriosos tus últimos poemas, pero me gustan.

Quizás también el viento se lleve las sombras que nos acechan. Quizas.

Un beso,