Me acechan
las sombras de la noche.
Esas que aparecen tras la luz
que alumbran mis calles.
Y a pesar
de los cambios bruscos
en mis andares
jamás pierden mi rastro
y son de raza sabueso.
A veces son gigantescas,
y aplastan el aire
que apenas ya respiro.
Y jadeo intermitentemente
como el tic-tac
del viejo reloj
que dormita
en el rincón
del tiempo.
*
las sombras de la noche.
Esas que aparecen tras la luz
que alumbran mis calles.
Y a pesar
de los cambios bruscos
en mis andares
jamás pierden mi rastro
y son de raza sabueso.
A veces son gigantescas,
y aplastan el aire
que apenas ya respiro.
Y jadeo intermitentemente
como el tic-tac
del viejo reloj
que dormita
en el rincón
del tiempo.
*
7 comentarios:
siempre somos sombra...besos.
Hermanas son de la luz... guardan secretos, miedos, recuerdos...
besos
Un poema dulce e intenso.
Felicidades.
Tantas sombras...
Por todas partes.
Me gustaría que nos acecharan los soles y las estrellas.
Pero no, solo las sombras nos persiguen.
Besos.
Entre las sombras se halla la felicidad que a menudo creemos perdida.
Besitos.
Pd: Una delicia de poesía.
Bello poema... y menos mal que siempre tenemos sombra, no es en eso en lo que quisiera parecerme a Peter Pan.
Besos
Cuando la sombra se agiganta hay que darle la espalda y recuperar el aire.
Encuentro misteriosos tus últimos poemas, pero me gustan.
Quizás también el viento se lleve las sombras que nos acechan. Quizas.
Un beso,
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