5 de junio de 2010

Olvidando, lo No Olvidado

Quebraste la tierra
en la que nací,
y morí en ella
cuando mi grito fue silencio.
Tus manos de farsante
prendieron mi ser, rasgándolo
y dejando sus heridas abiertas.
Pero aprendí
a vivir entre surcos
recosiendo a diario las heridas…
y sembrar en ellos.

No al Maltrato y Abuso Sexual Infantil

4 comentarios:

TORO SALVAJE dijo...

Como duele este poema.
Cuantos miserables...

Besos.

Tempus fugit dijo...

Recoser y sembrar... algún día ha de florecer la justicia...


besos

Maria Coca dijo...

Un poema triste...

@Intimä dijo...

Un poema que me hace sangrar por la relación que tiene con alguien muy cercano a mí.
La herida es por y para siempre, no cicatriza nunca...
Besitos