25 de abril de 2007

Enciendes mis adentros

Va por ellas...

Frente a mí,
Tu cuerpo desnudo, dispuesto…
Me sorprende y me inquieta.
Vienen a mí, dudas y prejuicios…
Se acercan, como bestias,
Apresándome en mi propio cuerpo,
Ahogándome las emociones, las de mi mente… y las de mi cuerpo…
Te miro y los deseos de tocarte…
Enciendes mis adentros.
Palabras lejanas, se acercan sigilosamente…
Moralidades ancestrales,
Que son como dagas, que deciden mi vida y también mi muerte.
Mi joven mente anhela… descubrir nuevos mares.
Frente a mí
Tu cuerpo desnudo, dispuesto…
Me sorprende y me inquieta…
Te acercas,
Y tu piel roza la mía…
Es suave, pero esta fría, y también trémula…
Mis manos temerosas, acarician tus pechos…
Son suaves, como los míos…
Como cuando me acaricio…
Porque yo me quiero, me quiero mucho…
Siento tus manos acariciar mi espalda,
Y mi piel siente, renace…
Los beso,
Beso tus pechos… y los saboreo con exquisitez,
Mis nalgas te gustan,
Las pellizcas con sutileza,
Y con ternura…
Frente a mí,
Tu cuerpo desnudo, dispuesto…
Me sorprende me inquieta…
Mis ojos, por fin
Han mirado los tuyos…
Y comparten deseos anhelados…
Tu lengua,
Ha buscado mis labios,
Y los siento mojados, humedecidos por tu sabor…
Tal vez los muerda…
Deseos abiertos han sido ellos,
Buscando los tuyos,
Labios perfectos.
Beso tímido
Ha sido el mío,
Soy novel peregrina,
En estos caminos.
Pero encontraré mi destino.
Frente a mí
Tu cuerpo desnudo, dispuesto…
Me sorprende y me inquieta…
Mis manos
Están deseosas por tan bello anhelo,
Qué placer es el que ahora siento,
Junto a tu exquisito cuerpo…
Manos, labios, carnes y piel,
Sin saber cuál es de quién…
Pero sí es deleite del placer.
Mi sexo
Entra en un mundo extraño,
Desconozco el placer que siento…
Es como encontrar un oasis al final del desierto.
Pues son tus manos
Las que veo acercarse a ese cosquilleo que siento
Te beso con deseo y con placer,
Al que ya no puedo detener.
Bajo tu ombligo,
Tu frondosidad oscura provoca mi anhelo
Rozo con mi mano tu vello…
Erizada tu piel,
Abriéndose tras la frondosidad
Pequeña cueva… mis dedos llegan,
Hasta el umbral de la puerta… y ella la abre dispuesta.
En los juegos erotizados del sexo he entrado
Y con ellos me he quedado.
Tal vez el amor haya encontrado.
Cuál placer ha sido el mío,
Pues jamás en brazos algunos sentí lo hoy vivido…
En mis adentros.
Tócame, pálpame, acaríciame…
Bésame, lámeme, erotízame, enciéndeme…
Haz que tu amor y tu deseo penetren muy profundamente,
Aquí en mi cuerpo, desnudo y sintiéndolo vivo,
Con la piel dispuesta.
Mis manos he perdido, al igual que mi cuerpo tendido…
Deseo, amor y sexo… palabras en mis anhelos.
Mi alma se eleva…
Viendo de lejos, tendidos…
Dos sublimes cuerpos, mujeres, desnudas, amándose, descubriéndose…
Penetrándose…
Gracias, por descubrir mi cuerpo…
Tú el mío,
Y yo,
Ambos anhelos…

Porque yo me quiero, me quiero mucho…
Y, por eso, puedo amar… incondicionalmente.

Frente a mí,
Tu cuerpo desnudo, dispuesto…
Me sorprende y me inquieta…

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