No hay duda en mi fe
por vos.
Tras el salmo de sus palabras,
yo confieso mi culpa,
y en penitencia entre su cuerpo,
me condono de ella.
Cuando usted y yo
perecemos entre sabanas,
nuestros cuerpos renacen entre
rezos de gemidos y
caricias de alabanzas.
Milagro, soy feligresa en su camino.
Cuando sus piernas
se trenzan con las mías,
nuestra piel es púlpito en pecado.
Y ése sudor cálido que alberga nuestra piel
se llena el cáliz de nuestros anhelos.
Cuando sus manos ansían las mías
nuestros cuerpos yacen en crucifijo...
para el tercer día
resucitar,
siendo reencarnación entre sabanas.
Yo exvoto ante usted,
y me confieso en su templo.
por vos.
Tras el salmo de sus palabras,
yo confieso mi culpa,
y en penitencia entre su cuerpo,
me condono de ella.
Cuando usted y yo
perecemos entre sabanas,
nuestros cuerpos renacen entre
rezos de gemidos y
caricias de alabanzas.
Milagro, soy feligresa en su camino.
Cuando sus piernas
se trenzan con las mías,
nuestra piel es púlpito en pecado.
Y ése sudor cálido que alberga nuestra piel
se llena el cáliz de nuestros anhelos.
Cuando sus manos ansían las mías
nuestros cuerpos yacen en crucifijo...
para el tercer día
resucitar,
siendo reencarnación entre sabanas.
Yo exvoto ante usted,
y me confieso en su templo.
7 comentarios:
Me encantan los poemas místicos, los que mantienen muy unidos a la religión y al sexo.
Este lo he disfrutado mucho.
Besos,
Anabel, la Cuentista
¿Cristiano yo? “Melibeo soy y a Melibea adoro y en Melibea creo y a Melibea amo”……
besos
Intenso, el cuerpo de los amantes teniendo como religion el amor.
Un beso desde MG
Creo que me haré de esta religión, me gusta su estética su mística y hasta su crucifixión.
Confieso que me ha tentado, poeta, en hacerme creyente con sus versos.
Un abrazo, Ynarud
De esos pecados me confesaría hasta yo y más si fuera capaz de hacerlo con tus palabras.
Un besazo.
Profundo. Mezclas misticismo y pasión como nadie.
Me encantó.
Ese si que es un buen milagro.
El más cotidiano y el más deseado.
Besos.
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