Se iluminó
la luna fía en la noche,
y el gato inmóvil
y el gato inmóvil
se quedo mirandola.
Se oyó la voz de la noche,
y el perro inmóvil,
Se oyó la voz de la noche,
y el perro inmóvil,
se quedo escuchandola.
Se enfrió el calor de la noche
y el vagabundo inmóvil
Se enfrió el calor de la noche
y el vagabundo inmóvil
se quedo tumbado.
Llegó la madrugada.
Ya no hay gato.
Llegó la madrugada.
Ya no hay gato.
Ya no hay perro.
Y no hay vagabundo temblando.
Todos se fueron con la noche,
desapacible y solitaria.
La noche sólo pertenece a los olvidados.
.
2 comentarios:
.. ellos no existen Ynarud.. y tampoco les pertenece la noche porque por tener no tienen nada, si acaso un maullido, un hueso duro de roer y unos húmedos cartones como sábanas...
.. besitos amiga blogera..
sí..., lo se, pero a veces necesito pensar que al menos la noche les pertenece...
...un bso..
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