12 de junio de 2007

retales

Me perdí entre el sí y el no,
entre el no y el sí,
y en ese breve espacio de tiempo

sentí…

La vasija estaba vacía
y la ignoré.
Necesité de ella…,
y al verla vacía...,

lo recordé….

En mi ciudad
la noche viene con niebla.
Es espesa, fría y también llora
con lágrimas mías.

¿Seré yo la noche en mi ciudad?

Haré una colcha
con tanto retal.

6 comentarios:

Mar y ella dijo...

Sabor a ausencia a melancolía...te dejo un abrazo tibio..

TORO SALVAJE dijo...

Creo que me visto con retales de lo que fuí, y casi no salgo a la calles si no hay niebla por terror a los escaparates que me reflejan.

Me agarró bien tu poema.

Gracias.

Un beso.

Fernando dijo...

O un abanico para ahuyentar la niebla de tus ojos y de tu corazón..besos

Tris dijo...

mar i ella...
recibo tu abrazo tibio

Tris dijo...

torosalvaje,
te agarró muy bien el poema… porque visto y leído estas maravillosas palabras hechas poema, "…Creo que me visto con retales de lo que fuí, y casi no salgo a la calles si no hay niebla por terror a los escaparates que me reflejan…".
creí ser yo, la que paseo por las calles cuando hay niebla y no ver el reflejo en los escaparates…

a mi también me agarró bien tu poemon…, jod..

un bso sin retales

Tris dijo...

fernando,
Cada movimiento en el que doy vida al abanico… sonrió pensando en tu…
“… abanico para ahuyentar la niebla de tus ojos y de tu corazón...”

gracias i besos