Me preguntas
cual es el origen de mis palabras...
Sabes bien que Tú,
las pusiste en mis labios
el día que tus gélidas manos
estrujaron cada latir
de mi corazón.
.
Al que mis manos
quizás acariciasen
la textura de una nueva piel,
y quizás mis ojos
hallaran honestidad en los suyos.
Al que no dejé
tan siquiera
cruzar el umbral,
y al que silencié sus labios
en la distancia de mi silencio,
y al que mis ojos negaron su mirada.
A él,
A ése hombre desconocido
que habita tras la puerta que yo cerré,
y negué la existencia del hombre honesto.