El retrato de Dorian Gray:
La única forma de librarte de una
tentación es entregarte a ella.
Morder el polvo del camino
y aceptar el sabor
polvoriento en mi boca.
Cabalgar en soledad
por los caminos sin esquinas,
ni arboles donde descansar mis sombras.
Debo ir, a por la muesca en la culata
y calcular los pasos
para el duelo que se aproxima,
sentir el dolor
de la bala en mi pecho
y aprender de la herida,
-si es que sangra-.
Ellas siempre cicatrizan.
Se cierran como una planta carnívora.
Siempre sientes, su dentellada.