Banco Spaghetti de Pablo Reinoso. Foto: Juan Tronquoy |
Me fijé, en el espagueti húmedo,
el que estampé, en la
pared de mi cocina.
Lo hice, para saber de
él,
saborearlo al dente,
y devorar su textura y
aroma.
Creí, ciegamente en él,
y caí en el error del
acierto,
vi como iba deslizándose,
lentamente,
hasta acomodarse en el
frío mármol.
Mierda!
Quizás fuese de marca
blanca.