Hola a tod@s,
Me llamo Bea, y soy Adicta al Verso
–ésta sería la frase adecuada para empezar.
Corren por mis venas, lo sé, voy saboreándolos como tapas en la barra de un bar. Empiezas con una... y ya no puedes parar.
Fue una tarde-noche con aires clandestinos, llena de palabras clandestinas, y de poetas y poetisas clandestinas. La poesía era clandestina, y nosotr@s la rima que les unía.
No hay más que se pueda decir. Fue una tarde-noche de cóctel de palabras, y cada uno de él, nos ofreció un nuevo sabor. Fuimos un@s emborrachaversos.
Sí, admito que soy muy critica conmigo misma, y sí admito que también con los demás. Por tanto, no puedo hacer una crítica positiva-negativa ni negativa-positiva del I Encuentro VERS-ART Adictos al Verso, aquí en Lleida, mi ciudad, y mi casa, y también la vuestra.
Al formar parte de ésta primera experiencia en el mundo del VERSO mi critica a mi yo, es algo parecido a “o es blanco o negro, pero no gris…” por tanto, no habrá critica.
Podría también daros las
gracias a tod
@s, o
agradeceros un
@ a un
@ vuestra presencia, y vuestra participación pero no, no lo haré,
Quizás desparramaré palabras
Palabras sin pretensión alguna
Quizás, palabras abrazadas, besadas, susurradas, tocadas…,
todas y cada una de ellas
llenas de voz y sonrisa
para que lleguen a vos, como mirada amiga.
Palabras, sarbalap
Me gustan, y sí
A veces me vencen
Y aun así, soy incapaz de negarles nada.
A veces vienen solas
Tranquilas y calmadas
Parecen un horizonte de mar en calma,
Otras, vienen tan veloces
Que provocan en mí
Una caída al vació
Con la mirada puesta
En el acantilado de la propia vida.
Algunas brotan
Tras unas gotas de lluvia
Con sabor a sal
Y otras,
Son funámbula de la sonrisa
Y la carcajada
amiga.
Hay quienes no entienden mi amor a ellas,
Y yo les digo y explico:
Siento como rozan mi piel
y mi piel cruje
Siento como humedecen mi mirar árido,
Y también
como se llevan la sal que reposa en mis ojos
Y les digo, que me besan
Y que devoran mis labios de ansia y anhelo
Y que arrancan el ahogo
Del día gris, y arrastra consigo la niebla que acechaba.
Y su intriga crece,
Se miran, saben que yo, soy mujer
Y saben que mi amor es para él,
Pero dudan, dudan
Quién son ellas, esas de las que hablo con tanto deleite?
Y es entonces, cuando yo me rió,
Y me abrazo, y me toco, y me hablo,
Y me susurro y me quiero…
Y les miro
y sonriendo les digo:
“Si debo elegir
Entre él y ellas…
Elijo, a ellas
“Las Palabras”
Porque no hay palabras escondidas…
Son los ojos, que a veces los dejamos caer en miradas ciegas.Foto Poetas, cedida por la Genial TESA