24 de diciembre de 2012

Para alguien que escribe, tú muerte, NO existe


lo que daría yo, por volver a verte,
por lidiar con tus labios, los míos,
por ver en tus ojos, el deseo, del siempre Principio
por sentir, el primer baile entre mis manos,
y mil hormigas en mi interior
lo que yo daría…

Tu  Vida,    por mi   Muerte.

17 de diciembre de 2012

Meter en mis venas sobredosis de “Fluir”


 

Anhelar que la vida sea un ensayo,
que la noche del estreno se llene de aplausos,
y que su final, sea un silencio sobre el escenario.

Quiero ser la hostia en verso, -Breve y Concisa.

Devolverle a la vida las palabras que guardé
en un momento de silencio. 

Ser disidente de lo cotidiano, y un lienzo en blanco, Siempre.

Creo en la poesía bastarda, en el adulterio de las palabras,
en el concepto fútil, en el adjetivo tardo, y en los verbos circundados.

Pondré acentos impúdicos, en las palabras que carecen de ellos.  

Creo en la metamorfosis, y en la quimera inmóvil y ebria.
En el sorbo de cerveza entre mis labios, su sabor
en mi paladar y el frío en mi garganta… irritada, por
el disfraz de la voz.

10 de diciembre de 2012

Hodie, sunt hi versus ignorant


Hoy los versos son ignorantes
de su muerte inminente,
de sus pasos moribundos 
y de su tregua infinita.
Caminan por el sendero de los elefantes
y yacerán en el valle,
cercanos a la orilla de su último trago.
Se desprenderán de su memoria oceánica,
y sus cadáveres, quizás,
encuentren el silencio al lado de los otros…
de los que ya murieron
y de los que abandonaron el desierto, de la vida escrita.
 
Debo atarme a la vida
que se nos muestra bajo los pies
en hoyos profundos
que abren grutas.
Debo atarme a la vida,
para no huir de ella. Pues esta, se muestra
altiva y distante.

8 de diciembre de 2012

A veces “Siempre” me provoca arcadas en la boca y herpes en los labios

Óleo. "La Danza de la lluvia" Inés Diez
Saldré a  la lluvia desnuda de ti
y dejaré –como siempre-
que la piel se anegue en mi,
y que mis huesos se hundan
- como siempre-.  

Caminaré en zapatillas afelpadas
en tonos de invierno
por mis calles sin esquinas
porque las mías, carecen de ellas
-como siempre-. 

Sé que al cruzar el parque, los arboles
estarán desnudos de sus cortezas
y sus bancos vacías de otras vidas
-como siempre-.

Mi café será sin cucharilla y bailaré su silencio,
de su aroma inexistente haré treguas
–como siempre-. 

Y como siempre
volveré a caminar por el margen de la vida,
cruzaré las calles
y sus semáforos extrañarán colores,
y al volver al parque
subiré al árbol desnudo,lo abrigaré,
y me ausentaré de la vida que me persigue.
Como siempre.

4 de diciembre de 2012

Hilvanar en rosa, aunque sé que odio su matiz

Nicoletta Ceccoli "the magician's assistant"
manos entre rejas
versos ensortijados
corazones sin deshielo
adoquines en los bolsillos
colores que siguen siendo albinos
roces en la piel que duelen
labios sin orillas 

suicidarme en las letras que una escribe
y a veces, lee en voz que desconoce
ser la huésped en tu vida
sentir… la primera nota del silencio
y silenciar el crujir de los huesos

 arrancar la calidez de mi desánimo
de mi sonrisa no sincera
ser el sur… y dejar atrás, el Norte
romper con la diplomacia
gritar sin medir las palabras
beber sin buscar su sabor
fumar hasta bailar entre su niebla
desquiciarme sin perder la compostura
escuchar el rumor de mis paredes
los quejidos en el umbral
ser los suspiros en la habitación
cometer actos impuros y no sentir su pecado 

suicidarme en las letras que tú escribes, eso sí,
que jamás se sepa que mi yo, está roto
*

14 de noviembre de 2012

Usar decantador, no va conmigo


La temperatura de servicio para un Cabernet, ronda entre los 16º a 18º, para un vino joven, y entre los 18º y 20º, para un vino de guarda, siendo interesante usar un decantador por lo menos una hora antes.
 

Una mujer prevenida vale por dos.
Por eso ella deja que en su espalda
dormiten las franquicias de las que ha vivido
y deja que el aire corra entre sus piernas…

Anda por la casa vacía de él, y aun así, siente en cada rincón de ella
su olor, y su aliento agitado.
Pasea por las calles que le robaron besos, y sus manos acarician
las paredes que un día se clavaron a su espalda,
cuando olas callejeras arremetían contra ella. 

Ella, siempre deja que el aire corra entre sus piernas
y se lleve consigo los aromas y sabores ya usados.
 
Se prepara para el hoy y para el mañana, extendiendo sobre su piel
capas de diversos rocíos.
Sus labios, Cabernet Sauvignon, rojo oscuro, rubí intenso.

Su beso posa aromas frutales, robustos, dejando su impronta,
y quedar en la memoria del no mañana.  Delicados y salvajes en la boca
se ofrecen elegantes, de sabores agradables y cuerpo envolvente.

A través del tiempo se voltea en beso profundo, aterciopelado,
impactante en el degustar de la boca. 

Pero ella no es Cabernet, y jamás alcanza su plenitud y madurez, ella
nunca lo deja madurar en madera y añejarse en la botella.

Ella se prepara para el hoy y para el mañana, extendiendo sobre su piel
capas de diversos rocíos.
Y sus labios, Cabernet Sauvignon, rojo oscuro, rubí intenso.

22 de octubre de 2012

Tejer silencios, y esperar que el mundo voltee

Me miraré en tus ojos
como quien busca un faro
que guíe la deriva
de todos mis naufragios.
Luís Eduardo Aute

Era una noche de minutos eternos, de silencios huecos. Él, escapó de entre las sabanas y la observo desde la puerta, mientras el humo del cigarrillo revolvía los rincones.

Ella siempre olía a secretos, era un pixel en blanco y negro y de bajo contraste. Ella doblaba sus bordes de manera que nadie la viera, para hacerse pequeña como una piedra. Ella, era huésped de su propia vida.

Él decía que su sabor era como un Cabernet Sauvigñon, fuerte y amargo, pero creía en su Merlot, suave y dulce. Ella traía consigo el frío en los huesos y en su piel, jamás sentía la calidez. Ella era la ola espumosa que te cabrea y la arena que te aleja hacia la distancia.

Él sabía que el tiempo era un aliado, y dejarlo pasar era su mejor baza. Cuando ella era tempestad, él era brisa. Cuando ella mostraba su cuerpo firme como el acero, él se arqueaba sobre viento posándose como el bambú.

Ella deseaba que al doblar la esquina, su mundo hubiera cambiado. Pero él sabía, que la vida no le ofreció la oportunidad de olvidar el pasado, y también sabía, que a veces, la vida es una venganza lenta, y agónica.

Tras su última calada, apagó el cigarrillo y se deslizo bajo las sabanas sorteando el humo que frente a él, seguía arrogante. Bajo las sabanas y siguió tejiendo silencios, esperando encontraran su esquina… y cambiar su mundo.
 
 
Relato leído en el III Certamen literario SeBreve. Zaragoza 20/10/2012
 

3 de octubre de 2012

Espectro inerte


 
Una indiferencia reservada
acomodándose dentro de mí
y provocando la hambruna,
a la persona que en realidad soy.  

Y octubre, octubre me distrae con sus colores,
ocres avanzando, parar sembrar los púrpura
sobre las sombras de mis arboles, ya desnudos.

Noviembre, noviembre siempre camina
hacia Diciembre, sin detenerse, y aunque
sus pasos parecen seguros y fríos,
es
Diciembre, qué gélido
se adentra a hurtadillas
entre bastidores de mi piel, y ésta,
permanece inmóvil en el escenario,
vacío de personajes, voces y gestos
que amputen, a Enero y Febrero.
Abrazaré Marzo...
*

10 de agosto de 2012

Spaghettini, spaghetti, spaghettoni



Banco Spaghetti de Pablo Reinoso. Foto: Juan Tronquoy

Me fijé, en el espagueti húmedo,
el que estampé, en la pared de mi cocina.
Lo hice, para saber de él,
saborearlo al dente,
y devorar su textura y aroma.
Creí, ciegamente en él,
y caí en el error del acierto,
vi como iba deslizándose, lentamente,
hasta acomodarse en el frío mármol.

Mierda!
Quizás fuese de marca blanca.

10 de julio de 2012

El sabor de la ausencia endulza las llagas de mi boca.




Me gusta tu ausencia en mí

Me gusta que no estés y no incumplir mi promesa.
Me gusta que no estés aquí y me gusta no mirarte a los ojos
y saber de tu mirada.
Me gusta que no estés y no acariciar tu piel
ni saber de su textura, ni besar tus labios
y no admirar tu caminar airoso, ni adivinar el olor de tus aromas
y no oír la música de tu respirar.
Me gusta que no estés aquí,
tu cuerpo una quimera en tu pecho,
y tu piel, sólo piel sobre tus huesos
y tus ojos, lejanía y tus labios, una suplica.
Y llegó el cielo plomizo tras el cristal de la ventana
cerrando todo lo nuestro y mostrándonos
el presagio de tus cenizas.
Y entrelacé mi mano en la tuya y tu sonrisa se forjó en mí
y así llegó la despedida templada, tranquila y pausada.
Me gusta mi soledad de ti
Y me gusta que no estés aquí
por esa ausencia que vertiste en mí.

3 de julio de 2012

27 de junio de 2012

Noviembre, undécimo mes del año, abrí las piernas


Muchacha recostada de Pilar Aguarón

Lápices y tizas sobre cartulina

Abrí las piernas
y sentí el viento de noviembre
-día de los muertos y cae el muro de Berlín-
mientras, la madurez de tus manos
arrancan en caricias hambrientas
mi sexo, clandestino y libertino.

En tus oídos penetran
mis gemidos indómitos,
en mi vientre
anidan mariposas salvajes,
y mis dedos anclados a tu espalda
forjan las envestidas del bisonte blanco. 

Piel húmeda, saboreada por lenguas lascivas
que anidan tras los labios húmedos y mordaces.  

La bestia irrumpe en la llanura
devorando su pasto
galopando en estampida,
al encuentro de la oquedad…
y vaciar su descanso.

 
Tan solo un extracto:
“Manifiesto futurista de la Lujuria”, escrito en 1913 por Valentine de Saint-Point.

“Dejemos de burlarnos del Deseo, esa atracción sutil y brutal al mismo tiempo, de dos carnes, no importa del sexo que sean”. “No es la lujuria la que desagrega, disuelve y aniquila, sino las hipnotizantes complicaciones del sentimentalismo”. “¡Destruyamos las siniestras baratijas románticas!”. “Es preciso hacer de la lujuria lo que un ser inteligente y refinado hace de sí mismo y de su propia vida. Es preciso hacer de la lujuria una obra de arte”. “La lujuria es para el cuerpo lo que el ideal es para el espíritu”.

16 de mayo de 2012

Los Muertos De Ofelia, Gritan

http://www.memoriahistorica.org.es
Ofelia, sujetaba entre sus dedos el alfiler de la indiferencia, de la ausencia de respeto, del olvido de los olvidados.
La ira y la furia despertaron aullando como lobos famélicos, y en ese preciso instante lo supo. Como inyectarse insulina, introdujo el alfiler en el globo ocular que frente al espejo se mostraba altiva, a Ofelia.
Sintió el dolor, cuando vio como su rostro se deformaba, y su voz era un silencio quebrado y lejano.
Y de sus ojos nacía un riachuelo rojo y serpenteante.
Y sus manos fueron puro acero, que golpearon con rabia su abdomen, provocando un vomito visceral, de entrañas agrias i tumorales, cuerpo doblado, roto, fracturado.
Erupciones en su piel, lepra, utopía, sanación y rebeldía, gritos en palabras de oposición, libertad. Los muertos de Ofelia no tienen camposanto, andan perdidos en cunetas desconocidas, bajo olivos olvidados y desnudos. Los muertos de Ofelia, gritan, aúllan, gruñen… buscan su morada.

Los olvidados, no olvidan.
*

25 de abril de 2012

Déjame la Despedida


Deja que no te escuche, y que mis ojos no te vean
Deja que mis manos huyan de ti
Deja que mis pasos sean seguros, y no vuelvan atrás
Deja que mi voz sea silencio, y que mis palabras no transciendan
Deja que mi ansia y anhelo se vacíen
Deja que mi hambre de ti, sea inapetencia
Y que mi sed, se convierta en rosa del desierto

Y Deja que el suave viento
sople en silbido
y me lleve lejos de ti.

28 de marzo de 2012

Saltar, Botar, Brincar, Danzar, Rebotar… y atarse a él


Abandonó el desierto
y se desprendió de la árida arena
que tapaba los poros de su piel. 
Tras el salto...


y

En la cúspide del vendaval
siente las olas caprichosas
que irrumpen en la ensenada
azotadas por el viento. 

y… 

Ella sabe,
que debe abandonarse a su corriente
y atarse a él, como el cabo a puerto.
*

10 de febrero de 2012

Tiempo para romper


Rompió su tiempo
al lanzar su reloj
contra el suelo...

Su tic-tac
nació para el silencio.

24 de enero de 2012

Vistió sus dedos, de frío metal




Vistió sus dedos
de frío metal,
metal,
metal.

Dedales en sus dedos
Sobre su piel se vistieron
El día que al acariciarle
No le sintieron.

7 de enero de 2012

Sombras Propias

Me acechan las sombras de la noche.
Esas que aparecen tras la luz
que alumbran mis calles.

Y a pesar de los cambios bruscos
en mis andares,
jamás pierden mi rastro,
y son de raza sabueso.

A veces son gigantescas
y aplastan el aire, que apenas ya respiro.

Y jadeo intermitentemente,
como el tic-tac del viejo reloj,
que dormita en el rincón
del tiempo.
*