14 de mayo de 2007

éSA sOMBRA

Huyo de la sombra que me acecha.

La que se acerca con sigilo,
la que jamás se aleja
la que no me abandona
y pesa
empequeñeciendo mi ser.

Espero
que un soplo de aire fresco
aleje la sombra.

Grito con palabras calladas,
huyo de la sombra que me acecha…,
mi sombra.
.
Y a veces me pesa…

2 comentarios:

Anónimo dijo...

La sombra siempre nos acompaña, para lo bueno o para lo malo. No dudes que si no tuviéramos sombra no seríamos sensibles al destino. El soplo de aire fresco cada día está presente aunque no nos demos cuenta, una mirada, una caricia, un beso, una bronca, un consejo, una mano amiga, un deseo.....
ALA! pues un beso para ti, mujer de aire

Tris dijo...

gracias, por ser a veces mi sombra... la que no pesa.

una abraçadeta