No
comparto contigo el destino.
Mis
manos, siempre, se sienten lejos de ti.
Y aun
así, siempre te empeñas
en
compartir tu tiempo conmigo.
No
hay dualidad entre nosotros,
somos
dos disidentes que se repelen.
Y a
pesar que como un fantasma
deba
arrastrarte hasta el día mi muerte,
yo,
no comparto contigo el destino.
Yo,
soy de esas personas que
creen en el destino, de los otros.
*
No hay comentarios:
Publicar un comentario